Siempre se ha sabido que la enseñanza y aprendizaje de las matemáticas cumplen un papel relevante en las escuelas. Si bien tradicionalmente no ha sido la disciplina más popular entre los estudiantes, justamente por estas dificultades encontradas, la enseñanza de las matemáticas en los diferentes niveles ha sido y es fuente de preocupación para las instituciones, familias y maestros. Este aprendizaje es fundamental para el desarrollo intelectual de los niños(as) y les ayuda a ser lógicos, a razonar ordenadamente y a tener una mente preparada para el pensamiento, la crítica y la abstracción.
Las matemáticas configuran actitudes y valores en los estudiantes pues garantizan una solidez en sus fundamentos, seguridad en los procedimientos y confianza en los resultados obtenidos. Todo esto crea en los niños una disposición consciente y favorable para emprender acciones que conducen a la solución de los problemas a los que se enfrentan cada día.
Para promover el aprendizaje de las matemáticas, se pueden plantear situaciones de trabajo individual y grupal donde los estudiantes utilicen sus conocimientos y pongan a prueba sus hipótesis. Usualmente se puede ver que el error, es pensar que los problemas, se deben a que el niño (a) no se le da bien las matemáticas cuando lo que realmente ocurre es un problema de enseñanza: el método, la manera de enseñar ha impedido que su aprendizaje se convierta en algo más vivenciado y que el niño tome el protagonismo de su aprendizaje.